Un motivo de consulta frecuente en pediatra es el dolor abdominal crónico, la literatura es compleja al respecto, ya que la mayoría de la información va encaminada e encasillar a estos pacientes en una patología psiquiátrica (ansiedad, depresión, etc), si bien existe una comunicación directa entre el cerebro y el intestino por neuronas, definitivamente pueden coexistir patologías gastrointestinales y psiquiátricas y si no se tratan ambas, el paciente no mejora. El origen gastrointestinal del dolor abdominal crónico puede ser el exceso de fermentación de ciertos alimentos como lácteos, sorbitol, fructosa, etc. por lo que es importante evaluar esta posibilidad con una prueba no invasiva, esta prueba se llama «Prueba de aliento de hidrogeniones y metano». ¿En qué consiste esta prueba? Se le pide al niño que sople en un aparato diseñado para eso (foto), previamente se le da glucosa, fructosa, lactosa o lactulosa, dependiendo el caso y se observa la elevación de hidrogeno y metano en este aparato. No es invasiva y la realidad es que no es costosa.
